lunes, 21 de julio de 2008

Secuelas del Acne

El acné tiene dos situaciones: activo e inactivo. En la primera el tratamiento lo realizamos con dieta, antibióticos y vitamina A. En la segunda, cuando el problema son las secuelas o cicatrices, el tratamiento es quirúrgico: resección de las cicatrices importantes, dermoabrasión o peeling con Láser.

Actualmente hemos dejado el peeling con láser por las pigmentaciones que produce y vuelto al tratamiento clásico con dermoabrasión. Es un tratamiento con un postoperatorio duro pero lo único verdaderamente eficaz. Es necesario que se forme una costra en las zonas abrasadas que tarda de 10 a 15 días en caer. Después queda la piel roja, rosa y se normaliza entre 4 a 6 meses. En ese tiempo es necesario utilizar un protector solar (pantalla total) para evitar las pigmentaciones. Dependiendo del nivel de expectativas con el resultado pueden ser necesarias más de una dermoabrasión.

Los peelings químicos no son eficaces en este tipo de alteraciones.

Los resultados que pueden esperarse nunca serán optimos. Dependerá de la intensidad de las cicatrices, de su profundidad y anchura, tejido fibroso formado, etc.

En resumen las técnicas para su tratamiento son:
  • Dermoabrasión: raspado mecánico de la piel: alisa y regenera la piel.
  • Peeling con Láser: quemadura física: regenera la piel.
  • Resección de las cicatrices mayores para facilitar el resultado de las técnicas anteriores.

Lipoescultura


Es una moderna técnica quirúrgica que consiste en extraer grasa, a través de pequeñas incisiones en la piel, mediante una cánula de punta roma con orificios en su extremo, y conectada a una jeringa con la que se genera el vacío necesario para aspirar o succionar el tejido adiposo.

Conseguimos modelar el cuerpo mediante la técnica conocida como lipoescultura. Su finalidad no es adelgazar sino eliminar los acúmulos de grasa, en su mayoría de origen genético. En la imagen, esquema de la forma de actuación de la aspiración sobre la grasa.

Aparentemente sencilla, la lipoescultura es una intervención difícil, que requiere unos conocimientos muy precisos de la morfología y anatomía corporal además de una cierta sensibilidad artística. El refinamiento técnico ha llevado en los últimos años a concebir la lipoaspiración como lipoescultura, lo cual define, de alguna manera, las características de la técnica. Es comparable a la del escultor, que va desbastando la madera con su gubia, de forma que modela tridimensionalmente unas superficies que, para aumentar la dificultad, no ve, ya que están cubiertas por la piel.

Aunque en un principio no se indicaba esta intervención en el caso de personas obesas, hoy día se utiliza con relativa frecuencia. Se ha comprobado que da buenos resultados en éste tipo de pacientes, no sólo por la retirada de grasa, sino por el estímulo que supone el ir mejorando y por el cambio metabólico que ocasiona la disminución de la cantidad de grasa en el organismo.

La lipoescultura no es la solución en caso de que exista flacidez o exceso de piel, en cuyo caso será necesario realizar otro tipo de intervención. Tampoco elimina la tendencia a engordar, por lo que es necesario mantener los cuidados en la alimentación.

La lipoaspiración puede ser realizada en prácticamente todas las partes del cuerpo, desde la cara hasta las piernas y brazos, ya como intervención aislada o como complemento de otras cirugías, principalmente del lifting cérvico-facial y de la abdominoplastia.

La Cirugía del Rejuvenecimiento Facial

Con frecuencia se atribuye a la cirugía estética la posibilidad de ofrecer la eterna juventud. Sin embargo, el tiempo pasa inexorable, deja sus huellas y la búsqueda de la eterna juventud no deja de ser más que un mito o un sueño. No obstante, es posible mantener un aspecto joven, alargar la madurez o rejuvenecer la vejez.

La cirugía del rejuvenecimiento facial comprende no sólo el estiramiento de la cara, frente y cuello (ritidectomía o lifting), sino todos aquellos tratamientos cuya finalidad común es suavizar, disminuir, o eliminar el rastro y los estigmas del tiempo.

Trata, por lo tanto, los rasgos faciales que delatan el paso del tiempo, especialmente cuando producen malestar e inseguridad, falta de identificación o rechazo de la propia imagen, o bien, dificultades laborales, emocionales y sociales.

Se basa en cuatro conceptos: Estiramientos (para la flacidez) , Remodelación (para la caída de los tejidos o excesos de grasa), Relleno (para compensar la atrofia) y Regeneración (para estimular los tejidos).

El estiramiento va encaminado a restablecer en su primitiva posición los tejidos cutáneo y muscular, eliminando los excesos de piel y devolviendo la tensión muscular perdida. La remodelación se refiere al tratamiento de las estructuras que acusan las alteraciones propias de la edad, tal como ocurre con la ptosis de la grasa malar, los párpados, nariz, mentón, lóbulo de la oreja y órbita. El relleno compensa la atrofia que sufren los tejidos en la involución senil y/o disminuye las arrugas y pliegues. La regeneración o estimulación cutánea es un importante complemento en este tipo de intervenciones y su finalidad consiste en eliminar la epidermis y dermis superficial para obtener una piel nueva de mejor calidad y más joven.

Lo más importante en toda operación es haber realizado el diagnóstico correcto para poder indicar el tratamiento correcto. Cada paciente necesita un tipo de intervención dependiendo de las alteraciones que presenta y de sus expectativas. La principal diferencia entre un tipo y otro de lifting, estriba en la extensión del despegamiento cutáneo y en las partes tratadas.

Aconsejamos, por lo tanto, tratar las alteraciones según aparecen, en vez de esperar a un deterioro mayor por varias razones: en primer lugar se mantiene más tiempo el aspecto juvenil, las intervenciones son de menor intensidad, la recuperación más rápida y más económicas.

Con frecuencia asociamos las cirugías del rejuvenecimiento facial a otras operaciones, principalmente a la cirugía de los párpados, que trata el exceso de piel y las bolsas que se forman alrededor de los ojos que dan un aspecto cansado y enfermizo.